Una lectura propia para la reflexión…
La mujer originaria de la ciudad de Wuhan, prefirió buscar un empleo digno que vivir una vida llena de lujos y en su actual trabajo como barrendera, gana 200 dólares al mes y tiene un horario de ocho horas diarias.
Además, asegura que decidió buscar trabajo para no perder su ética y porque quiere ser un buen ejemplo para sus hijos.
“No quiero hablar de mis propiedades. Trabajar no es solo ganar dinero, debe ser algo que te haga estar concentrado. No hacer nada sólo genera malos hábitos”, aseguró.
Además, la mujer china, invirtió parte de su fortuna en la construcción de un conjunto residencial, con 21 departamentos, que le hará aumentar su fortuna unas 15 o 20 veces más.