Director: Michael Curtiz. Año de Producción: 1942
Intérpretes: Humphrey Bogart, Ingrid Bergman, Claude Rains, Paul Henreid.
Rick Blaine (Humphrey Bogart) regenta un club en la ciudad marroquí de Casablanca en plena Segunda Guerra Mundial. El local se ha convertido en un punto de encuentro para refugiados de todo el mundo que buscan una salida hacia Portugal y los Estados Unidos.
Un buen día recibe la visita de Victor Laszlo (Paul Henreid) un famoso miembro de la Resistencia francesa que aparece acompañado de su esposa Ilsa (Ingrid Bergman), una bella mujer con la que Rick había mantenido un intenso romance en París hasta la ocupación de los nazis.
Una película inmortal desde sus avatares de producción hasta su culminación final y posterior presentación en la pantalla grande, que el paso posterior del tiempo la ha elevado justamente a la categoría de mito.
El productor Hal B. Wallis quería a William Wyler para dirigirla, pero después de barajar varios nombres, el infravalorado director de origen húngaro Michael Curtiz, cogió las riendas y se puso a filmar lo que iba ser en principio una película, de las muchas de la época, destinada principalmente a la propaganda antinazi, con un guión de Howard Koch y los hermanos Julius y Philip Epstein basado en la obra «Everybody goes to Rick’s» de Murray Burnett y Joan Alison.
![]() e Ingrid Bergman, pareja que estuvo acompañada por unos inconmesurables actores secundarios, entre ellos Claude Rains, como el capitán francés Louis Renault, Paul Henreid, como esposo de Ilsa y miembro de la Resistencia, Conrad Veidt como nazi o Peter Lorre como Ugarte. La espléndida música correría a cargo de Max Steiner, el vestuario es obra de Orry-Kelly, y Dooley Wilson (Sam) cantaría acompañado por su piano la canción más recordada de la historia del cine, «As time goes by». |
Esta película anclada en el Marruecos francés y en plena época de la 2ª Guerra Mundial se convierte en la obra cumbre de la historia romántica, plena de escenas inolvidables, de rostros iluminados, de ojos humedecidos, de esperas en estaciones de trenes en días borrascosos con letras-sentimientos borrados por lluvias-lágrimas, de dudas amorosas, de borracheras nocturnas, de furtivos encuentros, de tristezas y alegrías, de diálogos y frases indelebles, pero también es un perfecto ejemplo de cine negro, una intensa película de intriga, atmósferica, con ese humo, la música, el tintineo de las copas, el bullicio del café, los zocos, las abarrotadas calles, la mezcla de nacionalidades… todo ello contado con la mano maestra de Curtiz, elegante y distinguida, con un sabio manejo de todos los recursos técnicos, con una magnífica fotografía de Arthur Edeson que irradia emoción, acción y pasión, en tonos agridulces, melancólicos y sentimentales, creando una perfecta y sublime obra de arte.
![]() Y Bogart lograría alejarse de su típico rol de gángster (aunque ya había personificado a Sam Spade en «El halcón maltés» anteriormente) y con el personaje de Rick se convierte en el prototipo de héroe perdedor, de antihéroe solitario y romántico y el actor mejor pagado de la época. |
De este film se han hecho todo tipo de comentarios, y todo es poco para definir su grandeza, con cada nuevo visionado mejora y cada visionado supone una aventura: descubrir una nueva frase o un ingenioso diálogo, saborear de nuevo una escena llena de emociones, descifrar una mirada, disfrutar con la partitura de Steiner, admirar su ambientación….en los Estados Unidos «Casablanca» es conocida como The Movie, y es que es cierto, es La Película, una película realmente inolvidable.