La fidelidad sí existe… al menos en estos animales ‘raros’
La fidelidad es un concepto abstracto que genera diversos debates. De las más de 62,000 especies vertebradas en el mundo, solo existe una pequeña fracción que prefiere la monogamia, como los siguientes seres que no comparten su amor:
Pez ángel francés
A diferencia de los últimos presidentes franceses, el Pomacanthus paru tiende a elegir una compañera de por vida. La especie vive, viaja e incluso caza en pareja, además de crear lazos que duran hasta que la muerte los separe. De hecho, el ‘matrimonio’ actúa como equipo para defender su territorio. Los científicos creen que los seres acuáticos practican la monogamia porque tienen muchos enemigos en el arrecife; mantenerse juntos aumenta la posibilidad de que sus hijos sobrevivan.
Lobo gris
Si algo deben aprender los coyotes de sus parientes, es a crear una sólida base familiar (padre, madre e hijos). En su estado salvaje la pareja se mantiene unida, a menos que uno de los dos muera. Sin embargo, en cautiverio practican la poligamia –probablemente por estrés.
Los lobos son posesivos, celosos y evitan que cualquier miembro de la manada establezca lazos con los suyos. Y tú que te quejas de tu esposa.
Buitre negro americano
Estas aves no solo son leales, sino que realizan actividades en pareja y forman familias consolidadas –sin mencionar la fidelidad sexual. Recientemente un equipo de científicos analizó el ADN del buitre para comprobar la fuerza de sus uniones y encontró que es estrictamente monógamo. Incluso después de la muerte la contraparte no busca otra pareja. ¡Eso es amor verdadero!
Schistosoma mansoni
Los gusanos parasitarios producen en los humanos esquistosomiasis, pero también poseen una romántica historia. Cuando el macho conoce a la hembra, ésta se instala en su interior y vive en una ranura, hasta que se aparean y crían a sus hijos. Los seres habitan en un estado evolutivo ancestral, entre el hermafroditismo y la monogamia.
Gibones
Los hilobátidos son los más cercanos a los seres humanos monógamos. Estos animales defienden sus territorios ‘cantando’ a dueto y alejando a miembros de su mismo sexo. Los expertos creían que eran exclusivamente fieles pero recientemente han observado casos de ‘divorcio’ y cambio de parejas. Aún así, los gibones prefieren criar una familia y mantenerse unidos.